¡Cabeza de novia! ¿Lo escuchaste?
“Cabeza de novia” me grita el desgraciado. No querido, yo de novia no tengo ni el ínfimo, miserable y cobarde pelo que nace detrás de las orejas y tras ellas se escudan.
Podré tener cabeza de tango, de rock o de jazz, pero nunca esta arrabalera va a tener cabeza de novia.
Puedo bailar, reír y hasta llorar, pero nunca con cabeza de novia.
Me voy a acostar en el bandoneón y quizás mañana me enamore algún galán, pero con cabeza de novia ¡jamás!
chim pom!
Esas medias de red son tentadoras. Si me diera el lomo iría con eso los domingos a la mañana. Clarop, porque hoy he vuelto. No te dije? Ahora lo sabés.
ResponderEliminarNovias, amantes, arrabales, minusas,mientras conservemos cabezas de MUJER! está todo bien! no?:)
ResponderEliminarSimpático texto, es tu estilo!
Lola: Un domingo nos vamos juntas, con las medias de red, el vestido negro o rojo y la rosa.
ResponderEliminarMariana: gracias! tal cual...
así que andas con cabeza de novia, che... jaja, es que suelo pensar que quien más niega algo, mejor se convierte en eso, jajaja :P
ResponderEliminary cómo es una chica arrabalera?? me la imagino aspera, tristona y con esa dulzura agria del lemon pie... :P
No se por que la agresión a la cabeza de novia pobre :P, si no es la novia de blanco me parece muy lindo, bah, siempre me pareció una forma tierna de llamar a alguien, cabeza o cabecita de novia, aunque no tuve la oportunidad. Me han dicho cabeza de novio, no se si vale masculinamente, pero te da una sensación de tibieza y te hace sonrojar (por lo menos a mí)
ResponderEliminarLeo: (no puedo dejar comentarios en tu blog, lo dejo aca)
ResponderEliminarSí, pero esto no lo escribió la Cesia tierna, sino la arrabalera, y no le gustan los títulos de novia a esa. Hay una que sí le gustan, le gusta ir de la mano, caminar juntos a la par (como decía Pappo). Y hay otra que le tiene miedo al vestido blanco, pero shhh... A ninguna de mis cesias les gustan contar sus miedos...