Toda la habitación esta llena de vacío y todo el vacío acompañado de soledad.
Mi mirada y tu miada se encuentran bailando al compas de este silencioso vals.
Los pies, la manos, los brazos no dicen nada, sin embargo, todo el cuerpo habla.
Y un rocío sereno humedece nuestro encuentro.
Tus manos deshojan toda la rama del árbol caído.
Mis manos dibujan tu rostro en el aire.
Se oye el corazón acelerarse y yo me siento acurrucada en su música.
Todo mi cuerpo se encoje y me vuelvo una niña otra vez.
Algunas palabras de las que me conforman escapan volviéndome yo incompleta.
Silencio. "La noche esta serena" susurran en mis oídos. Son tus manos que me hablan.
"La noche esta serena" te susurro y luego, silencio.
uy, lejos lo mejor que publicaste... me ecantó...
ResponderEliminarun silencio que abre las manos y los ojos, un susurro callado, la imperfección del espacio en la nota más alta de una melodía de vals, todo como un siniestro de hojas secas golpeando en la venta del otoño...
Me encantó!